La corona de Nuestra Señora es un diseño magnífico de Julio Ferreira y un trabajo excepcional de Manuel Valera.
La pieza es de una gran personalidad, destacando la disposición del apostolado, la forma personal de la ráfaga, la importancia del Espíritu Santo sobre el imperial, una pieza etérea a la vista y bien proporcionada a la imagen.
El Espíritu Santo está presente como centro de la corona y alrededor el conjunto del apostolado que desde el primer momento, se pensó que fuese una réplica del de la Basílica de San Juan de Letrán de Roma.
Llama la atención el efecto de luz que parte del centro geométrico del diseño, la luz de la paloma del Espíritu Santo se refleja en las ráfagas exteriores. Para conseguir este resultado se ha hecho todo lo posible durante su realización física.
Sin duda una corona que derrocha personalidad y diseñada únicamente para la Reina de los Apóstoles.
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| Detalle de la paloma que simboliza el Espiritu Santo |
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| Detalle de uno de los apóstoles |
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| Corona y cruz pectoral a juego que custodia una reliquia del Beato Juan Pablo II |
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